“Todo entra por los sentidos” una frase tan común como cierta, describe la posibilidad que tenemos los humanos de percibir las características de todo cuanto nos rodea, gracias a los cinco sentidos oído, vista, olfato, gusto, tacto.
Medir la percepción de un grupo de personas respecto a un producto cualquiera parece muy complicado, porque la valoración que se haga está influenciada por sus gustos y preferencias. Sin embargo, cuando se especifican aspectos del producto que cada persona debe evaluar de acuerdo a la sensación que éste les produce, se puede determinar por métodos estadísticos las características del producto según sea percibida por una proporción mayor de personas.
Cuando se quiere comparar productos de manera global sin dar puntajes a cada una de las variables o características, se usa un método que mediante la ubicación física de cada producto con respecto a los demás, muestra el grado de “semejanza o diferencia” entre ellos. Con la ayuda del programa SensoMineR, se analizan estas relaciones para obtener las características más relevantes de cada producto, según la percepción sensorial del grupo de personas que realizan la medida.
La sensometría es una herramienta que permite medir y evaluar lo que en principio parece intangible. Sus aplicaciones son tan variadas como útiles y cubren un amplio espectro, desde estudios de mercado para determinar los gustos del cliente, el diseño del producto, el control de calidad del proceso productivo, hasta la selección de los productos por parte del consumidor final. Inicialmente la sensometría se desarrolló en aplicaciones para la industria agroalimentaria, pero puede aplicarse a cualquier producto que tenga influencia sobre alguno de los sentidos.